¿Cómo puedo ser feliz?
En muchos momentos de la vida todos nos
hacemos esa pregunta.
La felicidad está siendo un tema
tan central en la sociedad de hoy en día que incluso las personas por
medio de libros, manuales, charlas y supuestos métodos milagrosos están
queriendo vender “fábricas de felicidad”. Hay que aceptar que de cierta forma esos
libros podrían ayudar en cosas mínimas, pero la verdadera fábrica de la
felicidad está en nosotros mismos, somos nosotros quienes decidimos ser
felices.
La felicidad es cuestión de
método.
¿Cuántas veces te ha pasado que el día
se torna gris de un momento a otro o de repente vas tarde en la mañana y ya
piensas que todo en adelante ese día saldrá mal?
Pareciera que nos gusta estar infelices
hasta con cosas tan triviales. Deberíamos empezar a entender que para ser feliz
no tiene todo que estar perfecto si no que tenemos que decidir abrir nuestra
mente y ver más allá de las imperfecciones. Seremos capaces de ser
felices cuando decidamos serlo, cuando asumamos que aunque suceda algo malo,
siempre va a haber esa chispa que nos motive y nos alegre. Todo está en el
tiempo, la paciencia y la constancia. Enfocarnos primero en nosotros, en
nuestra vida, en cuidarnos y respetarnos. No busquemos la
felicidad en los demás, hay que buscarla en nosotros mismos. Nadie va a amarte
más de lo que tú te deberías amar, nadie va a hacerte sentir tan especial como
tú lo haces por ti, así que, enfoquémonos primero en amarnos y en encontrar
esos pequeños y grandes motivos que nos van a incentivar y que le darán más
color a la vida.
En la actualidad, muchas personas no
quieren que encontremos la felicidad, quizás porque ellos simplemente no
los son. Tenemos que olvidarnos y dejar a un lado los comentarios que no
sirvan para un crecimiento personal, dejar de enfocarnos en lo que dicen o en
lo que las demás personas tienen y nosotros no. Si empezamos a comparar las
posesiones de los otros, lo único que vamos a causar en nosotros es envidia y
ansiedad. Seamos agradecidos y valoremos lo mucho o lo poco que tengamos,
alegrémonos con lo más mínimo, si somos capaces de eso, somos capaces de
mucho.
Sí, es verdad que no siempre vamos a
estar alegres, al final, los momentos tristes, las caídas, las lágrimas y los
miedos son emociones humanas que tenemos y que de cierta forma
necesitamos. Pero al fin y al cabo son eso, emociones, no son ni
depende de ellas nuestra felicidad. Todo está en si dejamos que esas
emociones controlen nuestra vida y debido a eso vivamos infelices y con
temores, o si nos llenamos de valor y empezamos nosotros a tomar control sobre
ellas.
Hay algo que está sucediendo ahora
mismo en el mundo y es la nueva pandemia debido al Covid-19. Muchas personas
están muriendo, otros estamos asustados, vemos que las cifras solo suben y
suben. Por esa razón varios nos preguntamos el cómo podemos ser felices
en tiempos de cuarentena.
A pesar de las muertes, de la ansiedad
y del encierro, creo podemos empezar a alejar todo lo malo y ver la otra cara
de la moneda. Ver que el mundo por fin está teniendo un descanso de todo lo que
nosotros como humanos le hemos hecho: miles de animales han muerto, ecosistemas
dañados, escasez de agua, le estábamos haciendo no solo daño al planeta,
también a nosotros mismos. A pesar de lo dañado que se encontraba, gracias a
esta situación se está recuperando y eso tendría que ser motivo, en medio de la
angustia, para encontrar algo de esperanza.
Ser agradecido ayuda a valorar lo que
uno tiene, en estos momentos de pandemia muchos hemos aprendido a valorar
la salud, la familia y todo lo que poseemos. ¿Cómo podemos ser felices?
aprendamos a valorar, no muchos lo hacen y hacerlo es de valientes.
Enfoquémonos en lo que tenemos, aprendamos a ser gozosos hasta con lo más
mínimo ya que el simple hecho de tener un día más de vida es suficiente razón
para ser feliz.
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